lunes, 16 de agosto de 2010

Solo un instante....

En solo un instante la vida se nos puede escapar de las manos. Un instante basta para tomar una decisión que podría desaparecer toda una vida. Un instante es suficiente para perder el sentido de la existencia. Una decisión que viene acompañada de varios momentos perdidos y sin sentido, no le ves el sentido, no logras encontrar el camino, pierden valor, importancia, sientes que no hay más.




Un grito desesperado, una voz sin sonido a la nada de los oídos del ajetreado mundo que sigue su curso sin ti. Un momento intimo contigo, un pensamiento vació, lleno de olvido, lejos de todo, cerca de la frialdad de ese instante. 


Piensas en razones, recuerdas momentos, ves en tu mente a personas que amas, analizas cada detalle, no hay vuelta atrás. 


Estás ahí, de frente al destino que has decidido. Las lagrimas se han evaporado, te has quedado deshidratado. Algo en ti desea que desistas, desea que llegará alguien y te frenara, que como arte de magia todo cambiará, que ya no te sintieras así. Pero no llega nadie. 


Es el momento, crees no sentir nada, crees que será rápido y que todo ese dolor que sientes terminará en un instante. Es solo un instante....


Es instantáneo. Ves tu cuerpo desvanecerse, ves que ya no hay marcha atrás. Todo comienza a fluir tan rápido y tan lento a la vez. Tu vida...se esfumó en un instante.


Una luz te espera, pero tu no estás listo para irte. Te das cuenta que te equivocaste, te das cuenta que aun había mucho más, muchos que te amaban, muchos que hubieran estado dispuestos a escucharte. No quieres ese final y te aferras a un mundo que ya no es tuyo. Puedes ver a los que te lloran. Pero no aceptas que ya no estás. Ves la luz a lo lejos y ya no sabes como llegar. 


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Por los que ya no están, por los que ya no volverán. Por todos aquellos que no encontraron otra posibilidad. Por los que en vida perdieron la luz y se ocultaron en su oscuridad. Por los que en un instante perdieron las fuerzas y ya no pudieron volar. Por las almas perdidas que no supieron avanzar. Dales luz, mucha luz. 


Q.E.P.D.








Siempre hay alguien que te escuchará, no pierdas la fe. La vida es como un frasco de miel con varias gotitas de hiel. Cuando te topes con lo amargo de la vida, recuerda que hay mucha más miel por delante. No pierdas la fe. Ese instante tal vez es rápido, pero dura más de lo que sabemos. 


No importa lo que pase, siempre hay algo que hacer. No desesperes cuando lleguen esos momentos oscuros y fríos, donde parece que no hay vuelta atrás, donde crees que no hay nada que hacer, no es así, siempre hay algo que hacer. 


Hasta el último respiro, hasta el último suspiro, hasta la última palabra tiene un por que. Permite a la vida sorprenderte de mil maneras, no renuncies a ella. Por que aunque muchas veces puedas estar confundido, ella te dará las respuestas. 


Es triste enterarme, cada vez más seguido, de jóvenes que se dieron por vencidos. Está sociedad debe de cambiar. Ya es momento de ser mas alma y menos material. Si está generación no fuera tan superficial, si el sentir no fuera un tabú o motivo de burla, no habría tantos jóvenes deprimidos y sin rumbo. Si el ganar-ganar se tornara hacia la felicidad y no solo al dinero, todo sería distinto. Escucharíamos esos gritos desesperados e incluso tal vez no habría que gritar, por que no habría motivo para dejar de luchar. 






Por los que ya no están y se fueron en solo un instante...


Berenice Alós